EUROPA
PRESS
15
mayo 2017
Perder peso de manera más o menos rápida depende del metabolismo
basal de cada persona, es decir, de la energía mínima que el cuerpo necesita
para realizar sus funciones vitales. Por este motivo, conocer el de cada uno es
"esencial" para adaptar la alimentación y el deporte a las
necesidades y objetivos personales.
En
plena 'operación bikini', las búsquedas más recurrentes en Google están
relacionadas con cómo perder peso, si bien no todas las dietas son apropiadas
para todas las personas, ni se deben seguir las ya conocidas como 'dietas
milagro' porque suponen una carencia de minerales y vitaminas y someten al
organismo a un estrés desaconsejado por nutricionistas y entrenadores personales.
Por
este motivo, y con el objetivo de ayudar a las personas acelerar la pérdida de
peso, los expertos de Zagros Sports han desvelado
seis trucos para preparar el cuerpo de cara al verano de forma saludable y
adoptar hábitos de vida más sanos.
1.
No forzar el
metabolismo: si el cuerpo necesita un
aporte mínimo de calorías diarias para funcionar correctamente, la supresión de
esta fuente de energía supondrá forzar el metabolismo y ralentizar de forma
periódica la pérdida de peso. Seguir una dieta con menos calorías de las que el
organismo necesita constituye a su vez un obstáculo para la práctica de
actividad física ya que el cuerpo no tendrá la energía suficiente para
afrontarlo y se verá forzado. Por ello, no es aconsejable reducir la
alimentación sin un estudio biofísico previo y la recomendación de un dietista
nutricionista.
Una vez
se ha establecido una rutina para reducir peso, se pueden potenciar sus efectos
aumentando el metabolismo basal y, cuanto mayor sea el valor del metabolismo
basal, más calorías serán consumidas y se reducirá el volumen de grasa corporal
más rápidamente.
"Un
aumento de la masa muscular y, por tanto, del metabolismo basal, facilitará la
pérdida de peso. Para alcanzar este objetivo es importante mantener una
regularidad en las comidas, haciendo entre 3 y 5 comidas diarias y consumiendo
al día no menos de 1.200 calorías para evitar la ralentización del metabolismo.
Acelerar el metabolismo será sinónimo de perder grasa de forma natural y
aumentar la masa muscular", han comentado.
2.
Reducir los
azúcares antes que las grasas: la elección
de alimentos light o bajos en grasas por encima de
sus homónimos convencionales muchas veces desvía la vista de los elevados
niveles de azúcares que contienen. En estos productos la reducción de grasas
saturadas es compensada con mayores niveles de azúcar, los cuales dificultan la
pérdida de peso, contrarrestando la actividad que podamos hacer en el gimnasio
o el sacrificio de no comer otros alimentos.
"Los
azúcares refinados que contienen muchos de los alimentos que consumimos
habitualmente no aportan ni vitaminas ni minerales, por lo que será más
beneficioso sustituirlos por otros alimentos más sanos. Por ello, revisar las
etiquetas de información nutricional se debe convertir en un hábito en el supermercado,
evitando discriminar los productos por sus empaquetados más o menos
llamativos", ha recalcado la nutricionista y dietista de Zagros Sports, Beatriz Corral.
Entrenamientos de alta intensidad y cuidar el
descanso
3.
Entrenamientos de
alta intensidad en menos tiempo: el
entrenamiento por intervalos de alta intensidad, también conocido como HIIT, es
una de las actividades más eficaces para reducir grasa subcutánea y abdominal.
Esta práctica consiste en combinar periodos cortos de ejercicio anaeróbico intenso
con periodos suaves y cortos de recuperación. Según la intensidad y el tipo de
ejercicio las sesiones pueden durar entre 4 y 30 minutos.
El
entrenamiento de alta intensidad no solo aporta beneficios en el momento, sino
que a posteriori mejora la sensibilidad a la insulina, reduciendo la
posibilidad de acumular grasas. Además, el gasto energético no para al terminar
el entrenamiento, sino que el cuerpo puede continuar quemando energía hasta 36
horas después de la sesión.
4.
Seguir una
alimentación acorde al deporte que se practica: para que la 'operación bikini' sea efectiva tiene que
haber una buena sincronización entre dieta y ejercicio. Una dieta extrema o
'milagro', las cuales presentan frecuentemente carencia de nutrientes, no puede
ir de la mano de la práctica de actividad física, ya que es necesario seguir
unas pautas de alimentación concretas.
Las
frutas y verduras son los alimentos que aportan un mayor número de nutrientes y
energía por lo que deben constituir la base de la alimentación. Así, según la
intensidad del entrenamiento se requerirá más o menos energía ya que, por
ejemplo, en el caso de los ejercicios de resistencia se necesita un mayor
aporte de carbohidratos, mientras que el entrenamiento con pesas o máquinas de
sala requiere menos hidratos de carbono y grasas.
5.
Entrenar 3 veces a
la semana. "Un mínimo de 3 sesiones
de entrenamiento a la semana será suficiente para promover la quema de
calorías. Como ejemplo de entrenamiento de alta intensidad o HIIT para
principiantes, se pueden realizar 3 series de 10 minutos cada una de
entrenamiento intenso en bicicleta estática a la máxima intensidad de cada uno,
la cual dependerá de las características personales. Entre cada serie serán
necesarios 2 minutos de descanso", ha comentado el director de salud de Zagros Sports Puerta de Europa, Sergio Daza.
6.
Cuidar el descanso: sumar a la rutina diaria un ejercicio intenso puede
debilitar el organismo si no se cuida el descanso. Desde el punto de vista del
ejercicio físico, el descanso permite normalizar funciones fisiológicas, como
la presión arterial y el sistema cardiaco, y así aumentar el rendimiento,
recuperar los posibles daños que se hayan producido en la sesión de
entrenamiento y reponer energía para continuar con la rutina más adecuada según
los objetivos personales.